A pesar de todo lo que se habla sobre la reducción de las emisiones de carbono, las emisiones de dióxido de carbono alcanzaron su nivel más alto en la historia en 2018. Todo esto a pesar del hecho de que la energía renovable está siendo ampliamente adoptada. Entonces, ¿qué salió mal y por qué están aumentando las emisiones de carbono en lugar de disminuir?

 

Nos guste o no, el aumento de la demanda de energía no se detiene, lo que significa que está en marcha el cumplimiento progresivo de la demanda energética. También significa que, por ende, habrá más emisiones de dióxido de carbono, como resultado del aumento de la demanda de energía. 

 

Mientras los ecologistas y los políticos debaten sin tregua sobre las energías renovables y los combustibles fósiles, una fuente de energía se está quedando fuera de la discusión. Se trata de la energía nuclear. Los expertos señalan que el mundo necesita energía nuclear para mantener sus luces encendidas. De hecho, expertos como Robert Rapier dicen que necesitamos más energía nuclear si queremos tener energía suficiente.

 

La energía renovable simplemente no ofrece la confiabilidad o eficiencia con la que sí cuentan la energía nuclear y los combustibles fósiles. El principal problema con las energías renovables se llama intermitencia. Este problema se presenta con la energía solar y eólica cuando el sol no brilla o el viento no sopla. La energía hidroeléctrica también es propensa a esto pero en un grado mucho menor. Si un río o presa se seca, entonces las turbinas no podrán generar energía. Se necesitarán avances en cuanto al almacenamiento para que las energías renovables lleguen hasta donde los ambientalistas y los políticos afirman que pueden llegar.

 

Sin embargo, hay buenas noticias para las energías renovables. Las proyecciones indican que las fuentes renovables de energía como la eólica, solar y geotérmica pueden generar más energía que la energía nuclear en 2019 o 2020. Este comienzo es alentador, pero es poco probable que la energía renovable supere la energía nuclear o los combustibles fósiles en el corto plazo. Su producción es demasiado baja y poco confiable en la actualidad para competir con la energía nuclear y los combustibles fósiles.

 

Entretanto, la energía nuclear no está exenta de problemas. Muchos se oponen a la energía nuclear porque la consideran riesgosa. Piense en el desastre nuclear de Chernobyl, en Ucrania, y el colapso de la planta de Fukushima en Japón. Las plantas de energía nuclear deberán demostrar que pueden ser seguras incluso si ocurre un desastre.