La industria petrolera y gasífera de Estados Unidos está en auge. Sorprendentemente, las exportaciones estadounidenses de productos derivados del petróleo aumentaron en un 300% entre 2005 y 2015. La Administración de Información Energética de Estados Unidos vaticina que la Unión Americana se convertirá en un exportador neto de energía para el año 2020. La producción y las exportaciones de gas natural, en particular, están alcanzando niveles récord. ¿Qué es exactamente lo que impulsa este impresionante aumento?
La tecnología claramente ha permitido un crecimiento impresionante en la producción de gas natural, o lo que es lo mismo, la “Revolución de esquisto“. Estados Unidos tiene grandes reservas de gas de esquisto, es decir, gas atrapado en roca sedimentaria de grano fino. Las nuevas tecnologías relacionadas con la fracturación hidráulica o “fracking” y la perforación horizontal están permitiendo a los productores acceder a las reservas que se encuentran en lugares donde antes no era rentable hacerlo. Si bien la tecnología ya ha generado un aumento notable en la producción, se podría afirmar que la revolución tecnológica en la industria del petróleo y el gas apenas está comenzando.
Varias compañías están utilizando robots para realizar inspecciones y reparaciones en el hostil entorno marino. Equinor, la compañía noruega anteriormente conocida como Statoil, ha llegado muy lejos, hasta el punto de crear la primera plataforma totalmente automatizada del mundo, Oseberg H. La plataforma no cuenta con instalaciones habitables, ni siquiera tiene baños, y solo exige unas pocas visitas anuales de mantenimiento.
La ExxonMobil se asoció recientemente con el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) para diseñar robots que utilizarán la Inteligencia Artificial (IA) para participar en la exploración de aguas profundas. La inteligencia artificial tiene que ver con computadoras que realizan actividades asociadas con la inteligencia humana, tales como aprender, procesar, planificar, detectar o comunicar. El objetivo es que estos robots funcionen de forma autónoma para superar obstáculos y evitar problemas mientras recopilan los datos deseados. BP también está invirtiendo en inteligencia artificial para crear una imagen sólida de los activos del subsuelo de la compañía. Varias empresas también están utilizando la inteligencia artificial para predecir debilidades y posibles averías de los equipos, lo que podría generar ahorros significativos, así como evitar pérdidas en la producción
Si bien la industria petrolera y gasífera puede que no sea lo primero que les viene a la mente a las personas cuando escuchan el término “transformación digital”, esta industria fue una de las primeras en adoptar sensores, automatización y análisis de datos. Una mayor inversión en tecnología digital promete reducir los costos de mantenimiento y mejorar la productividad de esta industria en auge.