Durante el año 2018 se instalaron en el mundo 102 GW de energía fotovoltaica, afirmó el empresario vinculado a la industria petrolera, Manuel Chinchilla.
En el ranking de países con mayor potencia instalada también lideran la lista China con un aporte de 35% y Estados Unidos con 12%
La energía fotovoltaica continúa con su senda de crecimiento, potenciada principalmente por países con China y Estados Unidos, que representan entre ambos más de 53% de la capacidad instalada. Además, China y Estados Unidos también lideran el ranking de países con mayor potencia total instalada, con un aporte de 35% y 12%, respectivamente, según cifras de la Agencia Internacional de las Energías Renovables publicadas en el Anuario Fotovoltaico 2019.
Las cifras correspondientes al año 2018 indican que la participación de 35% de China corresponde a 175,4 GW de potencia acumulada de energía fotovoltaica, mientras que con 12% de participación, Estados Unidos tiene una potencia acumulada de 61,6 GW. Completan la lista Japón con 55,6 GW que representan un participación de 11%, Alemania con 45,9 GW (9%), India con 26,6 GW (5%), Italia con 19,9 GW (4%), Reino Unido con 13 GW (3%), Australia con 12,5 GW (2%), Francia con 8,9 GW (2%), Corea con 7,6 GW (2%) y el resto del mundo posee una potencia acumulada de energía fotovoltaica de 77,9 GW, lo cual representa un aporte de 15%.
Crecimiento importante pero insuficiente
El total mundial de potencia acumulada de energía fotovoltaica es de 504,9 GW. Durante el año 2018 se instalaron en el mundo 102 GW, lo que supone un crecimiento de 25% en término de potencia acumulada, habiéndose instalado más potencia de esta tecnología que el conjunto de todas las energías renovables juntas.
Si bien el Anuario Fotovoltaico 2019 precisa que durante el año anterior se registró un crecimiento de 25%, también destaca que no se consiguió alcanzar los niveles de crecimiento que experimentaron periodos anteriores. El continente asiático destaca por ser el que hace un mayor aporte; por su parte, Europa está representado por Alemania, Italia y Reino Unido, mientras que en el continente americano la distribución es muy desigual y se concentra en gran medida en Estados Unidos.
Dentro de la escasa participación de Latinoamérica destacan México y Brasil, que lograron instalar durante el año pasado 2,7 GW y 1,2 GW, respectivamente. En el Medio Oriente han incursionado en la generación de energía fotovoltaica con relativo éxito países como Jordania e Israel. En África destacan Egipto y Sudáfrica, mientras que otras naciones como Angola, Chad, Marruecos y Senegal han anunciado nuevos proyectos.
Menor tamaño y menor precio
Los avances tecnológicos y el abaratamiento de los precios han sido dos factores fundamentales para el crecimiento de la energía fotovoltaica. La evolución ha sido progresiva y continua en cuanto al tamaño de los paneles solares. Desde la aparición de la primera célula fotovoltaica en 1954, la superficie de captación se ha reducido 96%, hasta llegar a convertirse en láminas ultra delgadas flexibles. Esto se ha visto favorecido con la integración arquitectónica y la aparición de las impresoras 3D.
El abaratamiento de los precios de los paneles solares ha provocado que la fotovoltaica sea de uso generalizado, gracias a que los nuevos materiales en investigación permiten fabricar células fotovoltaicas más económicas, convirtiéndose esta tecnología en los últimos años en una de las fuentes de generación de energía eléctrica esenciales para frenar el cambio climático.